12 razones para invertir dinero en la cria de jilgueros - Articulo numero: 254668419123

El pajaro Jilguero presenta una longitud de once-trece con cinco cm, una extensión de veintiuno-25,5 cm, un peso de catorce-diecinueve g y una longevidad de siete a diez años (en cautividad) El pajaro jilguero europeo presenta una cabeza tricolor con máscara facial roja y alas negras con franja amarilla.

El plumaje de un pajaro jilguero adulto se identifica por una cabeza muy distintiva y conspicua, con aspecto tricolor, máscara facial roja, y dibujo cefálico blanco y negro. El pico es habitual y amoldado a su alimentación. Cónico, esbelto, afilado, de color pálido. Por otro lado, el cuerpo en la parte delante es blanquecino, bordeado de ocre, al tiempo que la parte trasera marronácea.

El ala muy propia y conspicua, tanto con el ave posada, como en vuelo. Negra, con ancha franja alar amarilla; máculas blancas en la punta de las rémiges de tamaño variable, dependiendo del desgaste. La cola es negra, escotada, presentando rectrices con puntas blancas.

El plumaje juvenil presentan alas idénticas a los adultos, una cabeza y cuerpo gris pardo uniforme y moteado. Adquiere el habitual dibujo cefálico tricolor tras la primera muda parcial en otoño. Existen también plumajes intermedios, los cuales son indistinguibles del adulto salvo con el ave en mano, en tal caso, dependiendo de la época y el ciclo de muda, se aprecia por rémiges, cobertoras alares y rectrices.

El macho y la hembra del jilguero son muy parecidos, apenas existe dimorfismo sexual. Con el ave en la mano, o bien en condiciones de observación muy convenientes, el macho presenta mayor cantidad de colorado en la cara, y plumillas nasales generalmente más oscuras. La variación estacional es inexistente, sin embargo, el desgaste progresivo del plumaje, reduce (e incluso elimina) las puntas blancas de rémiges y rectrices, recuperándolas tras la muda completa postnupcial.

Debido a su cabeza tricolor, y a su conspicua coloración alar, resulta inconfundible con otras especies. Los ejemplares juveniles pueden inducir a cierta confusión con hembras e inmaduros de otros fringílidos marronáceos, pero solo en caso de que la observación no incluya el ala.

Los ciclos de muda en juveniles es parcial durante el verano, mientras que en adultos la muda es completa asimismo a lo largo del verano.

El jilguero europeo se distribuye a lo largo del paleártico occidental. Suele morar lindes de bosques, sotos, campiñas, zonas agrícolas, parques, jardines, huertos, frutaledas y, en general cualquier zona herbácea, especialmente si existe exuberancia de cardos (alimento predilecto de la especie); la clave es presencia mínima de arbolado. Cría sin dificultades en pueblos y ciudades.

Muestra predilección por entornos calurosos, siendo menos frecuente observarlo a medida que aumenta la altitud. Ha sido convocado en los Alpes suizos a 2400 m s. n. m.; en los Pirineos catalanes a 2000 m s. n. m., y en Sierra Nevada a mil ochocientos cincuenta m s. n. m..

Su predilección por las plantas ruderales, singularmente cardos y centaureas, explica las altas exuberancias de jilgueros en vegas y olivares, hábitats que aportan árboles para emplazar el nido, y terrenos despejados donde buscar semillas.

En migración resulta ubicuo. En invierno asimismo frecuenta eriales y otras zonas abiertas si bien no estén arboladas.

Generalmente suelen criar dos veces a lo largo de un año. La primera puesta comienza a mediados de marzo o principio de abril. La segunda puesta se efectúa después de la primera. Extrañamente se generan tres puestas.

image

La puesta consta de cinco o bien 6 huevos de color blanco con finas manchas rojizas. La incubación dura entre 12 y 13 días, periodo en el que con frecuencia el macho nutre a su pareja en el nido. El nido, construido prácticamente únicamente por la hembra, tiene forma de copa y se instala en las horquillas de las ramas más altas de algunos árboles o arbustos.

Los polluelos, que son nidícolas, abandonan el nido y se independizan de los progenitores a los quince días aproximadamente, alcanzan el plumaje definitivo tras la muda otoñal.

El jilguero europeo se comporta como parcialmente migrador. Las poblaciones norteñas migran al sur; los cuarteles de invierno se sitúan en la zona mediterránea. Las poblaciones meridionales pueden ser sedentarias, errantes, e inclusive migradoras hacia el norte de África. La migración es diurna, en grupos aproximadamente abundantes. El paso migratorio es prolongado; el grueso de la migración otoñal se genera entre septiembre y noviembre; el de la primavera se produce entre febrero y mayo.

En zonas como España se considera un migrador parcial, recibiendo invernantes procedentes de Centroeuropa; el paso otoñal se genera sobre todo en octubre y noviembre, y la vuelta transcurre entre marzo y mayo.

Los individuos ibéricos semejan abandonar mayoritariamente muchas de sus localidades de cría para desplazarse al norte de África, dando lugar a una increíble concentración otoñal en el estrecho de Gibraltar, donde resulta ser el fringílido más abundante en migración al unirse con migradores más norteños; en este sentido se han convocado muy altas densidades al sur de Cádiz del orden de sesenta y cinco aves por cada diez hectáreas.

Genéticamente se ha definido la especie parental existente del jilguero común (Carduelis carduelis). Es el Carduelis citrinella el que probablemente dio lugar a estos jilgueros comunes eurasiáticos en las islas del Mediterráneo, en la llamada Crisis Mesiniense, cuando el mar Mediterráneo se encontraba prácticamente seco y era un conjunto de charcos salinos de mayor o menor profundidad.

Las aves son animales vertebrados, de sangre caliente, que caminan, brincan o se sostienen solo sobre las extremidades siguientes, al paso que las extremidades anteriores han evolucionado hasta transformarse en alas que, al igual que muchas otras peculiaridades anatómicas únicas, les permiten, en la mayoría de los casos, volar, aunque no todas y cada una vuelan. Tienen el cuerpo cubierto de plumas y, las aves sensu stricto, un pico córneo sin dientes. Para reproducirse ponen huevos que incuban hasta su eclosión.

Su grupo taxonómico se llama clase Aves (la palabra es latina y está en plural, en singular sería avis)4​ para la sistemática tradicional, pero en la sistemática filogenética actual este clado no tiene rango, y es incluido a su vez sucesivamente dentro de los clados: Theropoda, Dinosauria, Archosauria, Sauropsida, Tetrapoda, etcétera, si bien hay más anidamientos intermedios con denominación.

Las aves se produjeron desde dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico, hace entre ciento cincuenta y doscientos millones de años y, en verdad, son los únicos dinosaurios que sobrevivieron a jilguero la extinción masiva producida al final del Mesozoico. Por tanto, la sangre caliente, que es la característica más notable que comparten con los mamíferos, es un resultado de evolución concurrente, puesto que no hay un ancestro común a ambos conjuntos que tuviese este rasgo. Su evolución dio lugar, tras una fuerte radiación, a las más de diez mil especies actuales ​(más 153 extintas en tiempos históricos).​ Las aves son los tetrápodos más diversos; no obstante, tienen una gran homogeneidad morfológica en comparación con los mamíferos. Las relaciones de parentesco de las familias de aves no siempre y en todo momento pueden definirse por morfología, pero con el análisis de ADN empezaron a dilucidarse.

Las aves habitan en todos y cada uno de los biomas terrestres y también en todos los océanos. El tamaño puede ser desde seis con cuatro cm en el colibrí zunzuncito hasta dos con setenta y cuatro metros en el avestruz. Los comportamientos son distintos y notables, como en la anidación, la nutrición de las crías, las migraciones, el apareamiento y la tendencia a la asociación en grupos. La comunicación entre las aves es variable y puede implicar señales visuales, llamadas y cantos. Algunas emiten gran diversidad de sonidos, y se destacan por su inteligencia y por la capacidad de transmisión cultural de conocimientos a nuevas generaciones.

El ser humano ha tenido una intensa relación con las aves. En la economía humana las aves de corral y las cinegéticas son fuentes de comestible. Las canoras y los loros son populares como mascotas. Se usa el plumón de patos y gansos familiares para rellenar almohadas, y ya antes se cazaban muchas aves para ornamentar sombreros con sus plumas. El guano de las aves se utiliza en la fertilización de suelos. Ciertas aves son veneradas o bien repudiadas por motivos religiosos, supercherías o por prejuicios equivocados. Muchas son símbolos culturales y referencia usual para el arte. En los últimos quinientos años se han extinguido más de ciento cincuenta especies como consecuencia de actividades humanas, y, en la actualidad, son más de mil doscientas las especies de aves conminadas que precisan esfuerzos para su conservación.

image

Los papagayos se caracterizan por tener un pico encorvado, con una mandíbula inferior con cierta movilidad en su conexión con el cráneo y situada en una situación bastante vertical. Además de esto tienen una gran capacidad craneal y son uno de los grupos de aves más inteligentes. Son aves que vuelan bien y son capaces de sujetarse a las ramas de los árboles y trepar por ellas con habilidad, gracias a sus garras prensiles zigodáctilas (con 2 dedos cara delante y dos cara atrás).

Otra característica de los loros es la intensa coloración de su plumaje. El color predominante del plumaje de los loros es el verde, aunque la mayoría de las especies tienen además de esto algo de rojo, azul, amarillo y otros colores en distintas cantidades. La coloración de las plumas de los loros se debe tanto a los pigmentos como a estructuras especiales de sus plumas, como la textura de Dyck, que desperdigan la luz produciendo la aparición de colores como el azul (componente esencial del verde). Se distinguen de sus familiares las cacatúas en que carecen de sus característicos penachos eréctiles en la cabeza. También difieren de ellas en las tonalidades del plumaje, las cacatúas son predominantemente blancas o negras, y si bien también pueden presentan colores rosados, colorados, amarillos o anaranjados, las cacatúas carecen por completo de los tonos verdes y azules en sus plumajes.

La mayor parte de los papagayos típicos se alimentan primordialmente de semillas. Hay algunas variaciones individuales entre especies que además incluyen en su dieta frutos, hojas, insectos y otras pequeñas presas ocasionalmente. Los loris son predominantemente nectarívoros, si bien otras especies también consumen néctar esporádicamente.

Los miembros de Psittacoidea son especies predominantemente monógamas que acostumbran a anidar en cavidades, tanto de los árboles como en túneles escavados en terraplenes.

Algunas especies pueden imitar gran diversidad de sonidos, incluyendo la voz humana, si bien no tienen cuerdas vocales sino que utilizan un órgano ubicado en la base de la tráquea conocido como siringe.

El periquito mide alrededor de 18 cm de la cabeza a la punta de la cola, y pesa cerca de treinta y cinco g. La variedad silvestre tiene las partes inferiores de color verde claro liso, con la cabeza amarilla con un característico listado negro en su parte trasera, al igual que el resto de las partes superiores del cuerpo y alas, si bien con fondo verde amarillento. En cambio su garganta y frente son de color amarillo liso, con una pequeña mancha morada en la mejilla y tres manchas negras enmarcando cada lateral de base de la garganta. Su cola es de color cobalto con manchas amarillas en el centro de las plumas laterales. Las plumas de vuelo de las alas son negras y verdosas, y sus coberteras negras con bordes amarillos, y tienen máculas amarillas en el centro que solo se ven cuando despliegan las alas. Tiene el pico muy curvado cara abajo de color gris verdoso, y patas grises azuladas zigodáctilas, con 2 dedos cara delante y dos cara atrás, que les facilita escalar por los árboles y alimentarse de semillas.

Los periquitos silvestres en su hábitat natural de Australia son de forma notable más pequeños que los que se hallan en cautividad. Además los criadores de esta especie han conseguido multitud de colores y capas de periquitos (ejemplos: azul, gris, gris-azul, pios, violeta, blanco, amarillo, amarillo-azul) si bien la mayoría de los que se encuentran en las tiendas de mascotas son azules, verdes y amarillos. Como en la mayor parte de especies de loros el plumaje del periquito es fluorescente bajo la luz ultravioleta. Este fenómeno probablemente está relacionado con el cortejo y la selección de pareja.​ Como muchas aves los periquitos tienen visión tetracromática, aunque para que funcionen las 4 clases de conos simultáneamente se precisa la presencia de todo el espectro de la luz solar.​ El espectro ultravioleta hace brillar sus plumas, lo que ayuda a captar las parejas. Las motas de su garganta reflejan la luz ultravioleta y podrían emplearse para distinguir individualmente a cada periquito.