12 razones para invertir dinero en la cria de jilguros - Articulo numero: 8987

El pajaro Jilguero presenta una longitud de 11-13,5 cm, una extensión de 21-veinticinco con cinco cm, un peso de catorce-19 g y una longevidad de 7 a diez años (en cautividad) El pajaro jilguero europeo presenta una cabeza tricolor con máscara facial roja y alas negras con franja amarilla.

El plumaje de un pajaro jilguero adulto se caracteriza por una cabeza muy propia y conspicua, con aspecto tricolor, máscara facial roja, y dibujo cefálico blanco y negro. El pico es habitual y amoldado a su nutrición. Cónico, esbelto, afilado, de color pálido. Por otro lado, el cuerpo en la parte anterior es blanquecino, bordeado de ocre, al paso que la parte trasera marronácea.

El ala muy propia y conspicua, tanto con el ave posada, como en vuelo. Negra, con ancha franja alar amarilla; manchas blancas en la punta de las rémiges de tamaño variable, en función del desgaste. La cola es negra, escotada, presentando rectrices con puntas blancas.

El plumaje juvenil presentan alas idénticas a los adultos, una cabeza y cuerpo gris pardo uniforme y jaspeado. Adquiere el habitual dibujo cefálico tricolor tras la primera muda parcial en otoño. Existen asimismo plumajes intermedios, los que son indistinguibles del adulto excepto agapornis roseicollis con el ave en mano, en cuyo caso, en dependencia de la temporada y el ciclo de muda, se aprecia por rémiges, cobertoras alares y rectrices.

El macho y la hembra del jilguero son muy similares, apenas existe dimorfismo sexual. Con el ave en la mano, o en condiciones de observación muy favorables, el macho presenta mayor cantidad de rojo en la cara, y plumillas nasales normalmente más oscuras. La alteración estacional es inexistente, no obstante, el desgaste progresivo del plumaje, reduce (e inclusive elimina) las puntas blancas de rémiges y rectrices, recuperándolas tras la muda completa postnupcial.

Debido a su cabeza tricolor, y a su conspicua coloración alar, resulta inconfundible con otras especies. Los ejemplares juveniles pueden inducir a cierta confusión con hembras e inmaduros de otros fringílidos marronáceos, mas solo caso de que la observación no incluya el ala.

Los ciclos de muda en juveniles es parcial a lo largo del verano, al tiempo que en adultos la muda es completa también durante el verano.

El jilguero europeo se distribuye a lo largo del paleártico occidental. Suele habitar lindes de bosques, sotos, campiñas, zonas agrícolas, parques, jardines, huertos, frutaledas y, generalmente cualquier zona herbácea, especialmente si existe exuberancia de cardos (alimento predilecto de la especie); la clave es presencia mínima de arbolado. Cría sin dificultades en pueblos y urbes.

image

Muestra predilección por entornos calurosos, siendo menos frecuente observarlo conforme aumenta la altitud. Ha sido convocado en los Alpes suizos a 2400 m s. n. m.; en los Pirineos catalanes a 2000 m s. n. m., y en Sierra Nevada a 1850 m s. n. m..

Su predilección por las plantas ruderales, especialmente cardos y centaureas, explica las altas abundancias de jilgueros en vegas y olivares, hábitats que aportan árboles para emplazar el nido, y terrenos despejados donde buscar semillas.

En migración resulta omnipresente. En invierno asimismo frecuenta eriales y otras zonas abiertas aunque no estén arboladas.

En general suelen criar dos veces a lo largo de un año. La primera puesta comienza a mediados de marzo o bien principio de abril. La segunda puesta se efectúa después de la primera. Extrañamente se producen tres puestas.

La puesta consta de cinco o bien seis huevos de color blanco con finas motas rojizas. La incubación dura entre doce y trece días, periodo en el que habitualmente el macho nutre a su pareja en el nido. El nido, construido casi exclusivamente por la hembra, tiene forma de copa y se instala en las horquillas de las ramas más altas de ciertos árboles o arbustos.

Los polluelos, que son nidícolas, abandonan el nido y se independizan de los progenitores a los quince días más o menos, alcanzan el plumaje definitivo tras la muda otoñal.

El jilguero europeo se comporta como parcialmente migrador. Las poblaciones norteñas migran al sur; los cuarteles de invierno se sitúan en la zona mediterránea. Las poblaciones meridionales pueden ser sedentarias, errantes, e incluso migradoras cara el norte de África. La migración es diurna, en conjuntos aproximadamente abundantes. El paso migratorio es prolongado; el grueso de la migración otoñal se produce entre septiembre y noviembre; el de la primavera se genera entre febrero y mayo.

En zonas como España se considera un migrador parcial, recibiendo invernantes procedentes de Centroeuropa; el paso otoñal se produce sobre todo en el mes de octubre y noviembre, y la vuelta transcurre entre marzo y mayo.

Los individuos ibéricos parecen desamparar mayoritariamente muchas de sus localidades de cría para desplazarse al norte de África, dando sitio a una espectacular concentración otoñal en el estrecho de Gibraltar, donde resulta ser el fringílido más rebosante en migración al unirse con migradores más norteños; en este sentido se han convocado muy altas densidades al sur de Cádiz del orden de 65 aves por cada diez hectáreas.

image

Genéticamente se ha definido la especie parental existente del jilguero común (Carduelis carduelis). Es el Carduelis citrinella el que probablemente dio sitio a estos jilgueros comunes eurasiáticos en las islas del Mediterráneo, en la llamada Crisis Mesiniense, cuando el mar Mediterráneo se hallaba prácticamente seco y era un conjunto de charcos salinos de mayor o bien menor profundidad.

image

Las aves son animales vertebrados, de sangre caliente, que caminan, saltan o se sostienen solo sobre las extremidades siguientes, al tiempo que las extremidades precedentes han evolucionado hasta transformarse en alas que, al igual que otras muchas características anatómicas únicas, les dejan, en la mayoría de los casos, volar, si bien no todas y cada una vuelan. Tienen el cuerpo cubierto de plumas y, las aves sensu stricto, un pico córneo sin dientes. Para reproducirse ponen huevos que incuban hasta su eclosión.

Su grupo taxonómico se llama clase Aves (la palabra es latina y está en plural, en singular sería avis)4​ para la sistemática tradicional, mas en la sistemática filogenética actual este clado no tiene rango, y es incluido a su vez sucesivamente dentro de los clados: Theropoda, Dinosauria, Archosauria, Sauropsida, Tetrapoda, etcétera, aunque hay más anidamientos intermedios con denominación.

Las aves se originaron desde dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico, hace entre ciento cincuenta y doscientos millones de años y, de hecho, son los únicos dinosaurios que sobrevivieron a la extinción masiva producida al final del Mesozoico. Por tanto, la sangre caliente, que es la característica más notable que comparten con los mamíferos, es un resultado de evolución concurrente, puesto que no hay un ancestro común a ambos grupos que tuviese este rasgo. Su evolución dio lugar, tras una fuerte radiación, a las más de diez mil especies actuales ​(más ciento cincuenta y tres extintas en tiempos históricos).​ Las aves son los tetrápodos más diversos; no obstante, tienen una enorme homogeneidad morfológica en comparación con los mamíferos. Las relaciones de parentesco de las familias de aves no siempre y en toda circunstancia pueden definirse por morfología, pero con el análisis de ADN empezaron a esclarecerse.

Las aves habitan en todos los biomas terrestres y también en todos y cada uno de los océanos. El tamaño puede ser desde seis con cuatro cm en el colibrí zunzuncito hasta 2,74 metros en el avestruz. Los comportamientos son distintos y notables, como en la anidación, la nutrición de las crías, las migraciones, el apareamiento y la tendencia a la asociación en grupos. La comunicación entre las aves es variable y puede implicar señales visuales, llamadas y cantos. Algunas emiten gran diversidad de sonidos, y se destacan por su inteligencia y por la capacidad de transmisión cultural de conocimientos a nuevas generaciones.

El ser humano ha tenido una intensa relación con las aves. En la economía humana las aves de corral y las cinegéticas son fuentes de alimento. Las canoras y los papagayos son populares como mascotas. Se emplea el plumón de patos y gansos familiares para rellenar almohadas, y ya antes se cazaban muchas aves para adornar sombreros con sus plumas. El guano de las aves se emplea en la fertilización de suelos. Ciertas aves son reverenciadas o bien rechazadas por motivos religiosos, supersticiones o por prejuicios errados. Muchas son símbolos culturales y referencia usual para el arte. En los últimos 500 años se han extinguido más de ciento cincuenta especies como consecuencia de actividades humanas, y, actualmente, son más de mil doscientas las especies de aves conminadas que precisan sacrificios para su conservación.

Los loros se caracterizan por tener un pico curvado, con una mandíbula inferior con cierta movilidad en su conexión con el cráneo y ubicada en una posición bastante vertical. Además tienen una gran capacidad craneal y son uno de los grupos de aves más inteligentes. Son aves que vuelan bien y son capaces de agarrarse a las ramas de los árboles y escalar por ellas con habilidad, gracias a sus garras prensiles zigodáctilas (con 2 dedos hacia delante y 2 cara atrás).

Otra característica de los papagayos es la intensa coloración de su plumaje. El color predominante del plumaje de los loros es el verde, si bien la mayor parte de las especies tienen además algo de rojo, azul, amarillo y otros colores en diferentes cantidades. La coloración de las plumas de los loros se debe tanto a los pigmentos como a estructuras especiales de sus plumas, como la textura de Dyck, que desperdigan la luz produciendo la aparición de colores como el azul (componente fundamental del verde). Se diferencian de sus familiares las cacatúas en que carecen de sus propios penachos eréctiles en la cabeza. También difieren de ellas en las tonalidades del plumaje, las cacatúas son predominantemente blancas o bien negras, y aunque también pueden presentan colores rosados, colorados, amarillos o anaranjados, las cacatúas carecen por completo de los tonos verdes y azules en sus plumajes.

La mayoría de los papagayos típicos se alimentan primordialmente de semillas. Hay algunas alteraciones individuales entre especies que además de esto incluyen en su dieta frutos, hojas, insectos y otras pequeñas presas ocasionalmente. Los loris son predominantemente nectarívoros, si bien otras especies asimismo consumen néctar ocasionalmente.

Los miembros de Psittacoidea son especies predominantemente monógamas que suelen anidar en cavidades, tanto de los árboles como en túneles escavados en terraplenes.

Algunas especies pueden imitar gran diversidad de sonidos, incluyendo la voz humana, aunque no tienen cuerdas vocales sino emplean un órgano situado en la base de la tráquea conocido como siringe.

El periquito mide en torno a 18 cm de la cabeza a la punta de la cola, y pesa cerca de 35 g. La pluralidad silvestre tiene las partes inferiores de color verde claro plano, con la cabeza amarilla con un propio listado negro en su parte trasera, como el resto de las partes superiores del cuerpo y alas, aunque con fondo verde amarillento. En cambio su garganta y frente son de color amarillo llano, con una pequeña mancha morada en la mejilla y tres motas negras enmarcando cada lateral de base de la garganta. Su cola es de color cobalto con máculas amarillas en el centro de las plumas laterales. Las plumas de vuelo de las alas son negras y verdosas, y sus coberteras negras con bordes amarillos, y tienen manchas amarillas en el centro que solo se ven cuando despliegan las alas. Posee el pico muy encorvado hacia abajo de color gris verdoso, y patas grises azuladas zigodáctilas, con 2 dedos cara delante y 2 hacia atrás, que les facilita escalar por los árboles y alimentarse de semillas.

Los periquitos silvestres en su hábitat natural de Australia son de forma notable más pequeños que los que se hallan en cautividad. Además los criadores de esta especie han conseguido multitud de colores y capas de periquitos (ejemplos: azul, gris, gris-azul, pios, violeta, blanco, amarillo, amarillo-azul) aunque la mayoría de los que se encuentran en las tiendas de mascotas son azules, verdes y amarillos. Como en la mayor parte de especies de papagayos el plumaje del periquito es fluorescente bajo la luz ultravioleta. Este fenómeno posiblemente está relacionado con el cortejo y la selección de pareja.​ Como muchas aves los periquitos tienen visión tetracromática, aunque a fin de que funcionen las cuatro clases de conos simultáneamente se necesita la presencia de todo el espectro de la luz solar.​ El espectro ultravioleta hace relucir sus plumas, lo que ayuda a captar las parejas. Las motas de su garganta reflejan la luz ultravioleta y podrían usarse para distinguir individualmente a cada periquito.